viernes, 15 de febrero de 2013

Capítulo 8: Sube a Nacer Conmigo Hermano


Machu Picchu:  Los Jaivas Estuvieron a la Altura

Musicalizar las Alturas de Machu Picchu y ambientarla en el escenario mismo de inspiración de Neruda, era una idea que desde hace años venían madurando Los Jaivas y, simultáneamente, el productor peruano Daniel Camino. El esfuerzo concentrado en esta empresa valió realmente la pena. La opinión es unánime. La música de Los Jaivas estuvo a la altura de los versos que el poeta dedicó a la perdida y misteriosa ciudad de los Incas.

Por Enrique Lira

Durante cuatro meses Los Jaivas estudiaron a fondo y seleccionaron trozos de la obra de Neruda, “que muchos de nosotros apenas habíamos leído, y con espíritu de lectores casuales y no de creadores”. El libro lo dividieron musicalmente en dos partes: la primera, que ellos definen como la más liviana, tiene seis temas que son una síntesis de voz y música; de piano, guitarra eléctrica, bajo, batería, charangos, cultrunes, trutrucas y hasta un carillón de iglesia. La segunda parte es solo tema que habla de la muerte, de las minas, de las piedras, y que dura once minutos. “Entre los seis cantos individuales destacan Aguila Sideral y Sube a nace conmigo hermano… Las músicas a veces surgían en el taller, o arriba del camión cuando íbamos rumbo a Suiza”…


La aspiración de Los Jaivas de unir la poesía, la música y las imágenes de la grandiosidad y belleza de Machu Picchu fue una empesa que no resultó nada de fácil. No sólo por las dificultades que significó el traslado desde París de las tres toneladas de equipo e instrumentos y subirlos a “la alta ciudad de piedras escalares”, sino porque desde hacía décadas que el gobierno peruano había negado sistemáticamente su permiso a cualquier actuación artística en las ruinas. Lo habían intentado Pink Floyd y los Rolling Stones, entre otros.

Lo consiguieron gracias a la persistencia del iniciador de la idea, Daniel Camino, el productor peruano que después de largas y difíciles gestiones obtuvo la autorización para la realización del especial, que en septiembre del 81 produjeron los equipos de Canal 13 de Chile y Canal 7 de Perú. Esta co-producción fue la primera realizada en la historia de ambos países, y se calcula que los costos sobrepasaron los 200 mil dólares.

Partidarios y Detractores

Cuando se superaron las dificultades oficiales comenzaron los problemas con la prensa y los arqueólogos del Instituto Nacional de Cultura peruano, quienes manifestaron su rechazo a la autorización considerando que esta reliquia histórica estaba siendo agredida y que, por lo demás, Machu Picchu no necesita ningún tipo de promoción.

Sin embargo, algunos arqueólogos jóvenes participaron en el debate público expresando su aprobación al proyecto: “Dentro de una posición de defensa arqueológica, Machu Picchu puede sentirse agredido por una actividad  de este tipo. Pero una realización cultural como ésta, para promocionar a nivel mundial el arte latinoamericano, para buscar la identidad latinoamericana, es de incalculable valor. La obra de Neruda es lo más importante que hasta ahora se ha hecho sobre Machu Picchu. El problema es que lo cultural no tiene mayor difusión, pero con esta música de Los Jaivas el mensaje de Neruda puede salir del círculo intelectual y llegar básicamente a la juventud. Juventud que reniega de sus valores andinos, de sus raíces, por falta de una conciencia nacional”.

Otro blanco de las críticas fué el novelista peruano Mario Vargas Llosa, quien por colaborar en esta creación de artistas chilenos fue atacado duramente. El escritor se limitó a responder: “Es para mí un gran honor que me hayan invitado a participar en esta gran obra y me den oportunidad de hablar de Pablo Neruda, el Víctor Hugo de América”.

Por su parte, el gobierno peruano dio todo tipo de facilidades para llevar a cabo la tarea; puso a disposición de Los Jaivas dos aviones de la Fuerza Aérea para viajar hasta el Cuzco y un helicóptero para filmar desde las alturas y depositar el inmenso piano blanco en medio de las ruinas, operación que provocó entre estupor y curiosidad a los turistas que visitaban Machu Picchu.

Una periodista chilena que presenció la grabación del programa, recogió así la insólita filmación:

“Atardece en Machu Picchu. Las nubes, con sus juegos de luz y sombra en movimiento provocan la extraña sensación de que “el reino muerto vive todavía”. Esa vida de piedra que retratara Neruda. En medio de la plaza mayor se dibuja la silueta de un gran piano blanco. En esa misma plaza, donde hace millares de años los incas celebraban sus festividades ahora se escucha la fascinante melodía sacada de las cuerdas del piano por Claudio Parra.


“Desde las cercanías de Wayna Picchu, el imponente cerro sirve de respaldo a esta “cúpula del silencio”, llega el sonido de la batería de Gabriel Parra; desde Intihuatan, el templo en que cada otoño los incas amarraban al sol para que regresara el año siguiente, llegan los sones de la guitarra de Eduardo Alquinta; desde la tumba real, las ocarinas, y desde cada rincón las voces de los cinco integrantes de Los Jaivas.

“El rugir de las aguas del Urubamba, desde el fondo de la selva enmarañada, aporta también su encanto.

“De pronto, un helicóptero rompe la magia. Cámaras de televisión asoman por sus vantanas, ansiosas de plasmar para siempre la fantástica visión”.

La calidad de Los Jaivas y del equipo técnico de la producción televisiva terminó por entusiasmar a partidarios y detractores de la obra. Así quedó demostrado, cuando más tarde ofrecieron un recital en el ombligo del mundo”, como se denomina al Cuzco en lengua quechua. Más de 30 mil personas repletaron la plaza de la capital del Imperio Incaico y los ovacionaron prolongadamente. Lo mismo ocurrió posteriormente en Lima en su presentación en Campo de Marte, donde junto al grupo peruano Polen cantaron la marinera Cholito Pantalón Blanco, que años atrás los peruanos habían enseñado al conjunto chileno.

En suma, el primer encuentro de Los Jaivas con el público peruano que al final les entregó aplauso y afecto a manos llenas, y la realización de un programa que ha difundido la cultura americana a través de la televisión de la mayoría de los países de Latinoamérica y Europa.

Montaje y Puesta en Escena

Ya antes de la grabación del video, Los Jaivas habían intentado despejar todas las dudas en relación a sus intenciones al producir la Alturas de Machu Picchu. Claudio Parra fué el encargado de satisfacer la punzante curiosidad de la revista musical peruana Sol Mayor.

-Machu Picchu es símbolo de doble faz; las culturas originarias, la nacionalidad y, por otro lado, atracción turística. ¿En qué sentido hacen ustedes la música de Alturas de Machu Picchu?

-Pensamos que Machu Picchu es uno de los pocos bastiones, uno de los pocos elementos que quedan para tratar de conocernos. Neruda en el poema busca sintetizar eso, lo que era antes su significado actual y lo que nos puede ayudar a los habitantes actuales. Dice que ve en Machu Picchu una cultura, la más propia, y que ahora no existe, pero dice que existe al mismo tiempo. Neruda considera que “el reino muerto vive todavía”. El final, en Sube a Nacer… es prácticamente una invitación al reencuentro, a partir de lo que actualmente somos. “No volverás de tiempo subterráneo / No volverán tus ojos taladrados “. Para que una nueva unidad renazca. Para esta canción buscamos un rito unitario, y que encontramos en el 6/8, que hay en todos los países: marinera, cueca, malambo, galopa, joropo, todos tienen 6/8.

-¿A Machu Picchu ustedes van a tocar o llevan la pista de sonido?

-La pista la grabamos en Francia, en los estudios Pathé Marconi, que es uno de los mejores del mundo. Somos los productores de esto. Producimos la cinta y la proponemos en cada país a sellos diferentes. Es un trabajo más ágil y funcional.

-¿No se firman contratos de exclusividad?

-No somos músicos de ninguna compañía. Somos productores. La edición y la distribución es lo que nosotros entregamos. Por ejemplo, este disco ya está editado en otros países. Volviendo al tema, en el disco, al principio, nosotros pensábamos que casi no íbamos a cantar, sino a hacer una interpretación en lenguaje musical de lo que dice el poema. Después nos dimos cuenta que con la estructura musical definida había que mantener la estructura poética y fuimos haciendo una selección de los momentos claves del poema.

-Acá hemos leído en el periódico que Mario Vargas Llosa va a leer textos durante del video que han grabado para la televisión. ¿Es cierto eso? ¿Va algo parecido en el disco?

-En el programa doblamos la cinta. Machu Picchu de la ambientación y el clima necesario . Vargas Llosa hace la presentación como en tres idiomas, presenta a Neruda y a nosotros. Lo demás es montaje del programa.



El Disco en Versión Alemana

Los Jaivas han contribuido a diseminar la cultura latinoamericana por el mundo, de eso no hay duda. Y tal vez las Alturas de Machu Picchu ha sido la obra jaivana que en mayor medida a apuntado a ese fin. Para muestra, esta presentación de Neruda, la ciudadela incásica y el encuentro entre ambos, que acompaña a la edición alemana del disco Alturas de Machu Picchu (Die Hohen von Machu Picchu):

“Machu Picchu es la misteriosa inaccesible ciudad – templo de los Incas al norte del Cuzco. A esta fortaleza andina se habían replegado los últimos gobernantes, y en ella el imperio incaico logró sbrevivir 40 años tras la llegada de los españoles a América Latina.

Pocos disgnatarios y secerdotes sabían de la existencia de esta ciudad, y aunque la buscaron tesoneramente, los españoles jamás lograron dar con ella. Durante varios siglos se mantuvo conocida sólo por algunos pastores y campesinos de los aledaños, y recién en 1911 vino a ser descubierta por un arqueólogo norteamericano.

“Machu Picchu es una maravilla arquitectónica, una de las más hermosas y audaces construcciones de la vieja América. Cual nido de águilas se alza sobre una montaña al borde de un acantilado sobre el río Urubamba, rodeada de los Andes gigantescos. Sus templos y casas, terrazas, escaleras, plazas y pasajes conforman una armonía en ascenso que culmina en el altar solar esculpido en un único y enorme bloque de granito, llamado en quechua Intihuatana, esto es “lugar en que permanece el sol”.

“En un viaje por el Perú, Pablo Neruda – Premio Nobel de Literatura y uno de los más significativos y conocidos poetas latinoamericanos – visitó las ruinas de Machu Picchu, experiencia de 1943 que más tarde calificaría en sus memorias como “descubrimiento que enriqueció mi poesía con una nueva dimensión… me sentí diminuto en el centro de este ombligo de piedra, ombligo de un mundo inhabitado, orgulloso y sobresaliente al que en alguna forma me sentía pertenecer. Sentí que mis propias manos habían trabajado aquí en alguna época remota, que habían trazado surcos y acumulado rocas”.

“Pablo Neruda, nacido en 1904 en un pequeño lugar del sur de Chile como hijo de un ferroviario, creó su Canto General, su obra principal en los años 40. Se trata de una vasta colección de poemas dedicados a la belleza y diversidad, a la unidad y al carácter autóctono de Latinoamérica, así como a la liberación de sus pueblos y hombres de la opresión extranjera y de la injusticia social. Su descubrimiento de la misteriosa ciudad incaica lo plasmó Neruda en su poema Alturas de Machu Picchu, que constituyen una parte importante de su Canto General. Expresa en ellas un estremecimiento frente a la muerte de un pueblo, al ocaso de una cultura soberbia, pero, al mismo tiempo, a la vista de las ruinas abandonadas, descubrió Neruda una posibilidad única de superar esta  muerte aparentemente definitiva, todopoderosa. No regresan los hombres que crearon esta cultura, estas piedras que le hablan, pero Neruda hace hablar a los muertos de sus dolores y de los esfuerzos con que erigieron estas construcciones. De esta manera contrapone la América Latina de su tiempo, presentada por los colonialistas durante siglos como primitiva y carente de historia, a su real y significativo pasado. Dice que las ruinas de Machu Picchu se le aparecieron como la supervivencia de la razón en medio del aturdimiento. “Pensé en el hombre de la vieja América. Vi sus viejas luchas en relación con las luchas actuales”. Y: “Me sentí chileno, peruano, americano. En estas alturas casi inaccesibles, entre las ruinas gloriosas y dispersas, había encontrado una profesión de fe para la prosecución de mi canto”.

Resto de la Gira a Argentina y Chile: El Reencuentro con América

Para la filmacion, la primera escala la realizaron el Buenos Aires en el estadio obras sanitarias, el 15 y 16 de agosto, al dia siguente el lunes 17 descienden en pudahuel para después actuar en Santiago, Valparaiso, Curico, Chillan, Valdivia, Temuco, Talcahuano, Antofagasta e Iquique hasta el 5 de septiembre.
El 6 de septiembre, tras haberse reencontrado con el público tanto argentino como chileno, Los Jaivas viajan a Perú para registrar las escenas del video "Alturas De Machu Picchu". Es una co-producción de canal 13 de la Universidad Católica De Chile y Canal 7 de Perú, bajo la dirección del chileno Reinaldo Sepúlveda. Entre el 9 y el 12 de septiembre graban las imágenes que acompañan la música registrada en Europa. La combinación musical se funde con los poemas, el paisaje, el misterioso espíritu y la leyenda de una civilización desaparecida. los naturales efectos de iluminación y las imágenes logradas, ayudan a entregar una obra total de gran magnitud cultural, como pocas se han realizado en nuestro continente.
Mientras continuan su gira, sale publicado el álbum "Alturas De Machu Picchu". La edición original chilena, portaba en su carátula una pintura de René Olivares representando el Inti Watana, un altar sagrado-astronómico de piedra existente en Macchu Picchu. Los Jaivas habían sido ampliamente radiodifundidos en Chile durante su permanencia, lo cual motivó buenas ventas para el single y el álbum.

Casi conjuntamente, EMI-ODEON de Chile lanza una recopilación titulada "Mambo De Machaguay", que contiene temas de los discos "El Indio" y "Canción Del Sur", además de los singles "Mambo De Machaguay" e "Inca Dream" (ahora "Sueño Del Inca"). En junio de 1982, el grupo firma contrato con la CBS chilena. El álbum es traspasado de sello , cambiando la carátula por la internacional, con la ya clásica imagen del diablo de La Tirana, y conteniendo en el interior mayor información y fotos del registro del video en la localidad.
Los Jaivas vuelven a Chile a fines de octubre de 1982. 

En París habían comenzado a grabar los temas para un nuevo álbum, producido otra vez con recursos propios.. Dos temas, "Huairuro"y "Mambo De Machaguay"(en nueva versión) , son editados en single por la CBS chilena y comienzan a difundirse como promoción del próximo álbum, el cual se llamará "Aconcagua". La idea es combinar los procesos de registro con giras, haciendo coincidir las ediciones con las presentaciones en vivo, y Los Jaivas llegan para terminar su álbum registrando el tema "Aconcagua" en los estudios Sonotec de Santiago. Nuevamente el ciclón musical del grupo arrasa en los medios.
En febrero de 1983 se despiden de Chile en un gran concierto en la Quinta vergara ante mas de veinte mil personas para luego seguir con una interminable gira que los lleva por Peru, Ecuador, Colombia, Venezuela, Mexico y Brasil.

Después de la gira por Chile, Los Jaivas se embarcan por el resto de Sudamérica y luego Europa: Holanda, luego a la entonces Union Sovietica, Rusia, Lituania, Siberia, Kasakestan y Kirguisia. De éstas presentaciones quedaron registrados dos discos que quizás, junto a "El Volantín", son los tres discos más desconocidos del grupo. Estos discos son "Los Jaivas En Argentina" y "Los Jaivas En Moscú".

Tras esto Los Jaivas retornan a Chile en un viaje relampago para grabar un especial de television en la Antartica Chilena, luego siguen con la gira interminable. 

Después de un período de relativo silencio, Los Jaivas en julio y agosto de 1984 vuelven a los estudios Pathe-Marconi de París para registrar "Obras De Violeta Parra", en este disco participan Isabel Parra y Patricio Castillo, este trabajo consta de un disco doble con 9 temas. Los temas, que eran los mismos arreglos que interpretaron en 1980 en Radio France, conformaron un disco doble que resultó una verdadera obra maestra.

 
Los años siguentes son años de giras, logran penetrar en America del norte, plazas apetecidas por cualquier musico, Los Jaivas llegaron a tocar en el Carneige Hall de Nueva York.
Posteriormente vinieron las giras y todo el aparataje de las actuaciones en diversos escenarios. Por aquellos años también aparecía la ola del "Rock Latino". Esta destacó nuevos grupos chilenos en ese estilo, enmarcados por los modelos argentinos y españoles. Toda esta nueva onda musical (y de consumo), relegó a un segundo plano a grupos más antiguos, como Los Jaivas, los cuales fueron quedando en un estado de hibernación.

Capítulo 7: El Alto Sitio de la Aurora Humana

El nuevo período de trabajo asemeja a los inicios, experimentando con ritmos y sonidos. En aquel tiempo Los Jaivas reciben una invitación de Radio France para realizar un concierto. De allí surge la idea de interpretar las obras de Violeta Parra, algunos de cuyos temas ya habían integrado a su repertorio. La capacidad de recursos musicales del grupo les llevó a completar el espíritu de las canciones de Violeta Parra, veta y crisol del folklore chileno, y mito cultural por mérito propio. Así, esas canciones se fueron transformando en pequeñas sinfonías, y los músicos fueron aportando los elementos que Violeta no pudo utilizar en sus registros, como los sonidos que reflejan las lluvias, el sentimiento ritual de las rogativas, la reproducción de los dolores y las alegrías, las nostalgias y las esperanzas. Hasta inventaron nuevos instrumentos para lograr los sonidos que necesitaban, y algunos temas como "Run Run Se Fue Pa'l Norte" quedaron en la pura escencia musical, que por sí sólo podía suplantar al texto, y un tema inconcluso de Violeta como "El Gavilán", podía ser utilizado por cualquier cuerpo de danza moderna tras la versión del grupo.

La obra de Violeta Parra fue estrenada el 14 de noviembre de 1980 en el Grand Auditorium de la Maison De Radio France, un espacio digno para proyectar los matices de la obra de Violeta Parra, y fue retransmitido por la Radio France-Culture el 25 de noviembre, constituyendo todo un evento.









Daniel Camino y Machu Picchu

Pero a comienzos de año, Los Jaivas se habían topado con Daniel Camino, un productor de cine peruano, quién les elogió el trabajo musical realizado por el grupo en una película.

Mario Pozzi-Escot, en su blog butacaenlinea.blogsopt.com señala sobre el fallecido productor:

"Daniel Camino vivió rápido y raudo como comunicador desde temprana edad. En cierta medida, llevaba el mimo espíritu de Los jaivas, era de la misma esencia. Fue un fanático de la televisión, el cine, las actrices, actores, cámaras y el escenario. La magia del celuloide fue su maravillosa y efervescente realidad.

Vivió en Nueva York, Paris, Roma, México, Los Ángeles, pero nunca cambió por nada su adorada Lima. Sin la ilusión de la producción y valga la redundancia Daniel no caminaba. Necesitaba urgentemente cualquier medio de comunicación para estar con él y ser el mismo. Participó en cientos de proyectos de éxito, trabajó como productor muchos años, coordinando muy a su estilo y de eso lo saben muy bien los amigos cuanta idea se le venía a la cabeza, jamás dejo de pensar en cine, hablar en cine, vivir en cine. su colección de películas superaba miles de temas y directores, amó Hollywood contra viento y marea, uno de sus mayores éxitos fue coordinar la producción de Dennis Hoooper y Peter Fonda en los 70 para la realización de The last movie, participó en la muralla verde de Robles Godoy a quien admiró, Daniel camino amigo de sus amigos vivió el criollismo de punta y taco con Chabuca Granda, Edith Barr, la flaca elejalde, fue compositor de música popular, aun se recuerda su exitoso “Macondo”. gran gourmet, lector empedernido, gran conversador y estupendo fabulador. Daniel vivió el sentido de su vida entre bambalinas, pantallas, cámaras y libros. perdiéndose muchas veces por los vericuetos de la fabulación y la imaginación, para volver como siempre fresco y sonriente. La escalera que da acceso a su departamento en Miraflores plagada de fotos autografiadas de astros, estrellas, directores y productores del cine mundial seguirá como siempre bien iluminada, mudo testigo de su partida. Fue un gran amigo. lo extrañaremos".


Volviendo a Los Jaivas, durante las actuaciones en España, Daniel Camino les propone hacer un video sobre Macchu Picchu. Al cominezo no le creen mucho, pero igual no le dicen que no. Lentamente en el transcurso del año, Camino les va dando señales y datos técnicos sobre los avances del proyecto. Simultáneamente se van dando las condiciones para actuar en Chile y Argentina. Cuando Camino les escribe que los permisos para filmar en Macchu Picchu están conseguidos, surge la posibilidad de otras actuaciones en Perú, se produce todo un fervor creativo y comienzan a musicalizar algunos poemas de "Alturas De Machu Picchu", que Pablo Neruda incluyera en su "Canto General". Daniel Camino tenía completamente programados los tiempos, incluso los registros contemplan la intervención del escritor Mario Vargas Llosa como presentador del documental.

Los Jaivas comienzan a trabajar en una carrera contra el tiempo para alcanzar a cumplir con el compromiso. Ya tenían el comienzo, una introducción instrumental registrada en julio de 1980 en los estudios instalados en la casa de Chátenay Malabry, cuya base musical pertenece a Alberto Ledo y que fue ocupada en "Del Aire Al Aire". Otro tema, "Sube A Nacer Conmigo Hermano", fue registrado en los estudios EMI Electrola en Colonia, Alemania. El resto de los temas fueron registrados en los estudios Pathe-Marconi de Paris en julio y agosto de 1981.

Todo el material fue producido y financiado por Los Jaivas.

Capítulo 6: La Vida Mágica, Ay Sí

El 11 de marzo de 1977, Los Jaivas parten a Europa con todo el apoyo de la grabadora, con la intención de mostrar su producto netamente americano. Sienten que tienen algo original y único entre las manos, y dejan una exitosa y segura carrera en Argentina y Chile por el riesgo de enfrentar públicos que no entienden sus letras ni conocen las raíces de lo que se está tocando.

Se instalan en París y el 22 de junio dan su primer recital, presentando "La nouvelle musique de Amerique du Sud". Los Jaivas, era un grupo compuesto por 27 personas, que llegan en barco a Barcelona, España. Allá, la EMI española los traslada hasta Biarritz , cruzando la península para llegar al sur de Francia. Allí presentaron su primer concierto europeo en el Teatro Municipal del lugar, mientras buscaban la forma de llegar a París y radicarse definitivamente. Al instalarse en el intertanto remezclan Cancion del sur y asi comenzar a tocar en vivo en lugares pequeños. Tiempo después se instalan a vivir en una casona en Châtenay Malabry, en los alrededores de Paris.



La situación de adaptación al medio musical Europeo no fue nada de facil, por ello para financiar la producción el sello dispuso de un productor Holandés llamado Eddie Owens. Los Jaivas sin haber trabajado nunca con un productor, concebían la idea de la persona se encargaría de proporcionar buenos resultados del disco y demases. Pero al fin y al cabo esa relación se quebraría ya que ellos se sintieron estafados y mal interpretados.



Esto sucedió cuando grabaron dos singles "Inca dream" y "Bebida magica", estos no fueron parte de un concierto realizado en Londres, el productor les pide explicaciones, y ellos creen que eso no merecía explicación y asi Los Jaivas deciden continuar con sus propios recursos su carrera por Europa.
Mientras tanto en Londres tras el espectáculo la medios como la BBC y Capital Radio hablaban de Los Jaivas " A new sound from South America", "rock with a different flavour".

Tras un par de sacrificados años en Francia, en 1979 comienzan a incorporar otros temas a su repertorio, tales como "Arriba Quemando El Sol", de Violeta Parra. Además, a fines de 1979, Mario Mutis viaja a Paris para reintegrarse al grupo, lleno de esperanzas y ánimo para aportar en una nueva etapa de Los Jaivas.
El bajista uruguayo, Parajito, abandonó el grupo para formar su propia banda musical en París, más cercana al candombe y lo latino. La banda se llama "Atlántico" y tiene en su formación al conocidísimo percusionista, también uruguayo, Trasante.

Entonces Claudio Parra colabora en el piano en una banda de Chilenos y Belgas en Brusela "Machitun" que lanzaban su primer álbum.

Mario viene fuera de training, y debe adaptarse rápidamente a todo el nuevo repertorio de Los Jaivas, preparando un nuevo espectáculo. Ya afiatados, a comienzos de 1980, realizan una extensa gira por España. El grupo demuestra que lo suyo no es algo superficial o la simple interpretación de instrumentos autóctonos, y la prensa española termina hablando de un "rock con raíces".

En ese mismo año reeditan el disco Los sueños de America además de realizar un especial para la television Catalana.

Los Jaivas ensayando en Les Glycines su sala de ensayo en París, años 80. Albertito, Eduardo y Gabriel Fotografía: gentileza Dominique Strabach y Jaivamigos.cl






Poco tiempo después, Alberto Ledo abandona el grupo para proseguir su carrera en Estados Unidos, radicándose en San Francisco. El argentino que se les unió en Buenos Aires, también los deja, y graba en los Estados Unidos un hermoso disco solista: Materia Prima.

Por fin, Mario Mutis, el primer bajista del conjunto desde sus comienzos, viajó a París y desde entonces es miembro estable de la formación, ahora integrada totalmente por chilenos. Quedaban así, los mismos integrantes que habían formado el grupo y comenzado la historia 17 años atrás: Claudio, Eduardo y Gabriel Parra, Gato Alquinta y Mario Mutis.


Capítulo 5: La Ventana y Argentina


En febrero de 1973 aparece "La Ventana" , su primer álbum comercial editado por IRT (actualmente conocido como "Todos Juntos"). La carátula mostraba un par de palomas enlazando el nombre del grupo, y si bien no existía un estilo homogéneo identificado como linea musical, reflejaba todo el lenguaje que desarrollaban Los Jaivas: Desde improvisaciones como "Ciclo Vital", pasando por los ritmos de base folklórica y desembocando en el lirismo emocionado de "Mira Niñita", o en la experiencia con Orquesta Sinfónica en "Los Caminos Que Se Abren". Cualquier crítico ajeno a la realidad musical en donde se desenvolvían Los Jaivas, podría pensar que el trabajo era de una pretensión excesiva, pero el álbum no alcanzaba a reflejar con todo, el potencial musical del grupo, constituyendo apenas una pequeña muestra de él.

Poco tiempo después, Los Jaivas son invitados a participar en la elaboración de la música de la película "Palomita Blanca" que dirigiría Raúl Ruiz basada en la novela de Enrique Lafourcade y que había constituído un Best-Seller Como es sabido, el trabajo realizado para la película demoró cerca de veinte años en poder ser entregado al público debido a que los originales permanecieron guardados durante todo el período de la dictadura en Chile.

Tras presentar públicamente el álbum "La Ventana" en el Teatro Municipal de Viña Del Mar junto a la Orquesta Sinfónica regional (dirigida por Belfort Ruz), y después de ser lanzado el single "Indio Hermano/Corre Que Te Pillo", Los Jaivas comienzan a preparar una gira por Argentina, muchas veces anunciada, pero jamás concretada. Hay planes de grabar en Buenos Aires y además, de pasar a otros países como Perú y Bolivia.

Debido al éxito obtenido con el recital en el Teatro Municipal de Viña, se programa repetirlo en Santiago el 14 de septiembre de 1973, en el Teatro Municipal, y todo un ambiente por asistir al mismo, se desarrolla en la capital. Pero el 11 de septiembre la historia de Chile sufrió un vuelco total, y de Los Jaivas nada más se supo por entonces. Las noticias tenían otra cacterística.




Partida a Argentina

A finales de este año debido al golpe de estado que sumio a Chile en una realidad dictatorial y quizas no estaban dadas las condiciones Los Jaivas deciden emigrar a Argentina viajando "todos juntos" se instalan en un pueblo acogedor llamado Zárate. El bajista, Mario, tuvo que quedarse por circunstancias personales, y no estaba en el grupo cuando éste se instaló en Buenos Aires, juntando sus numerosas familias en una gran casona de Zarate, en 1974.

Decía una crónica de la época: “Un grupo chileno, LOS JAIVAS, emigró desde Chile y se afincó en Zárate. Integraba los instrumentos eléctricos modernos con la cultura de conservatorio clásico y las tradicionales andinas. Un sector despabilado de los rockeros porteños supo apreciar tales propuestas y esa misma flexibilidad abrió campo para experiencias de fusión con los nuevos bandoneonistas.”

Entre todos sumaban una gran comunidad, ya que tanto su dibujante y gráfico Rene Olivares como sus sonidistas-iluminadores Jano y Piola vivían en la casa, que se convirtió rápidamente en un fermento creativo.
Salieron a mostrar su música en pequeñas salas de la provincia y la capital, reuniendo de a poco un grupo de seguidores.

Así resumía en 1985 la revista argentina "Canta Rock" el paso de Los Jaivas por ese país, en su edición especial "20 Años de Rock Nacional" (Vol. 1) Argentina a fines del '73 vivía un importante momento en su desarrollo musical: Sui Generis lanzaba su segundo álbum (Confesiones De Invierno), León Gieco editaba su primer trabajo. David Lebón comenzaba su carrera solista, se disolvía Pescado Rabioso y Luis Alberto Spinetta sacaba su disco "Artaúd".

Los Jaivas habían viajado con parejas e hijos, y tras una semana de actividades, se encuentran con que nada más tiene que hacer en Argentina, y deben enfrentarse al dilema de regresar a Chile o quedarse allí. En vista de las circunstancias, el grupo decide quedarse en Argentina, sin embargo, la inserción no fue fácil. El primer recital lo realizaron en el Teatro Pairó de Buenos Aires, una sala pequeña con capacidad para cien personas (similar a la sala SCD), donde actuaron tres días. A partir de ahí, y al igual que en sus comienzos en Chile, lograron actuaciones para mayores públicos.

A los pocos meses, ya Los Jaivas han consolidado su adaptación al medio argentino. Prueba de ello es que entre el 22 de abril y el 30 de julio de 1974, junto a Manduka, graban un álbum que titularon "Los Sueños De América", producido particularmente por los músicos. Tras un año y medio de labor en Argentina, Los Jaivas retornan por dos meses a Chile en febrero de 1975. Correspondía enfrentar el futuro y decidir nuevamente el punto de proyección de su carrera musical. En Argentina estaban consolidados, y entre sus logros, se contaba el excelente recital realizado en el Coliseo De Buenos Aires junto a la Orquesta Sinfónica De La Asociación Del Profesorado.

Pero Chile ha cambiado mucho, y la situación no es la más prometedora. Igual reúnen diez mil personas en la Quinta Vergara, actúan cuatro días en el Teatro Caupolicán y en la Biblioteca Nacional. Pero si bien en su retorno Los Jaivas demuestran su evolución y los críticos coinciden en aclamar su calidad, en la mayoría de la prensa nacional la visita del grupo pasa casi desapercibida o ignorada. Además de éstos hechos, Mario Mutis, por motivos personales, venía con la intención de quedarse en Chile. A pesar de eso, el resto del grupo veía que el porvenir estaba en Argentina, razón por la que finalmente deciden volver a ese país, pero esta vez con un nuevo bajista: Julio Anderson.

De vuelta en Argentina, firman un contrato con la EMI-ODEON de ese país para producir y comercializar sus nuevos trabajos, y el primer álbum es grabado entre julio y septiembre de 1975 en los estudios de aquel sello. El disco sale con el título de "Los Jaivas", pero la carátula, que es la misma imagen del single "Indio Hermano" editado por IRT en Chile, determinó que fuera conocido popularmente como "El Indio". Durante la grabación del álbum, conocen al músico uruguayo Carlos "Pajarito" Canzani, quien entre otras particularidades, había sido miem bro del grupo "Aguaragua" en donde participó otro grande de la música uruguaya: Jaime Roos.

Con un nuevo disco y un sello, no existen barreras para Los Jaivas. Ocupan los mejores escenarios, tienen buenas ventas y son admirados en su trabajo. En el intertanto, a Los Jaivas ingresa Pajarito Canzani, uruguayo, que por medio de Eduardo ingresó como corista al disco del Indio, transformandose en el bajista tras la partida de Julio Anderson.



A partir del disco, con el apoyo inteligente de D'Artagnan Sarmiento y otra gente de la EMI Odeón, el grupo empezó a hacerse un lugar en las primeras filas del ambiente local.

En junio del '76 viajaron a Brasil para participar en el Festival "América Latina Canta", que reunió en San Pablo a diversas corrientes folklóricas del continente. En el festival fueron considerados lo más progresivo del género, y despertaron todo tipo de elogios, actuando además en televisión y grabando algunos temas para su edición en Brasil. Para entonces se habían unido a los Jaivas el charanguista, guitarrista y cantante argentino Alberto Ledo y el guitarrista, bajista y compositor uruguayo Pajarito Canzani, de larga trayectoria en su país.

En 1976 graban el single "Mambo De Machaguay", un tema de Luis Pizarro Cerrón que ellos adaptan a su sonido. En el reverso, el single contiene el tema "En Tus Horas". El mismo medio argentino, por gigantesco que parezca, les comienza a quedar pequeño.


Con esa nueva formación y un sonido totalmente actualizado dieron una serie de recitales en el teatro Coliseo presentando canciones nuevas. Una novedad importante sucedió en diciembre del '76, cuando varias funciones del Coliseo sirvieron para mostrar la veta sinfónica de Los Jaivas, con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires, dirigida por el maestro Juan Carlos Zorzi. Las obras instrumentales "Tarka y ocarina" y "Corre que te pillo" dieron pie a una sorprendente exhibición de versatilidad sonora, rematando, como era inevitable en los recitales de Los Jaivas, con el ya clásico "Todos Juntos" convertido en himno de las nuevas generaciones americanas.


Con respecto a la amplitud de exploraciones musicales del grupo vale la pena citar un excelente reportaje que les hiciera Claudio Kleiman en el Expreso Imaginario de Febrero del '77. Dicen Los Jaivas: "Nosotros hemos hecho tres músicas paralelamente. La música con orquesta sinfónica, las canciones y los temas libres, es decir, la música de improvisación. Esta última ha ido dando paso cada vez más a una música elaborada, dentro de la cual podemos distinguir por un lado canciones y por el otro temas instrumentales, como "Tarka y ocarina" que es un tema elaborado pero surgió de una improvisación, como casi todos los temas del grupo, por otra parte".

En ese mismo reportaje Los Jaivas profundizan un poco en su visión del mundo: "Realmente, los hombres estamos enfermos, y necesitamos un médico universal, algo que nos cure porque estamos todos locos. Es por eso que se buscan las raíces, pero las raíces no son sólo las raíces americanas, o de Buenos Aires, o de Europa. Son las raíces continentales, mundiales, las raíces de la tierra, de la madre tierra, del planeta. Porque el planeta es un ser, y nosotros somos ramitas de ese ser, somos los corpúsculos del planeta, casi diría los parásitos del planeta".

En Buenos Aires había salido el long play anterior de Los Jaivas, aquel grabado en Santiago en 1972, con la formación original y temas que ya eran clásicos: "Mira niñita" y "Todos juntos". Comparando con la música que en ese momento realizaba el grupo, los críticos comentan la mayor elaboración musical actual, y un progresivo alejamiento de la canción corta y directa. Esa tendencia se acentuó con la salida del tercer álbum argentino, en septiembre de 1977: "Canción del Sur". Compuesto totalmente en la Argentina, inspirado en los paisajes y las gentes vistas durante las intensas giras que realizaron, "Canción del Sur" tenía un carácter más universal y sinfónico, en una creciente elaboración rítmica y armónica.

Otro músico se había unido al grupo, el argentino Alberto Ledo, el que ocupó el charango y otros instrumentos de cuerdas. El sello EMI-ODEON les solicita que antes de partir dejen registrado otro álbum, lo que les ocupa los primeros meses de 1977. El disco se llamó "Canción Del Sur". La carátula, al igual que "El Indio", es otra preciosa obra de René Olivares.

Por entonces, Los Jaivas junto a los argentinos Arco Iris, fueron exponentes de la fusión del rock con el folklore. Hicieron en Argentina parte de su carrera musical y eran muy queridos. Con pañuelo en la cabeza, David Lebón, y a la izquierda con bigote, Pipo Lernoud, director del Expreso Imaginario.

El Coliseo De Buenos Aires es testigo de los conciertos de despedida, llenos de emotividad y pasión. El ciclo argentino se había cumplido. Los Jaivas habían profundizado sus raíces e identidad cultural. Habían realizado una labor de revalorar el legado ancestral y proyectarlo en las expresiones modernas, demostrando la falsedad del dilema de que las generaciones jóvenes no asumían el folklore y las tradiciones culturales continentales. Los Jaivas, con la reciedad de su obra, mostraban que tanto el folklore y las tradiciones culturales, en su expresión formal, se habían puesto al alcance de las generaciones jóvenes.

En aquellos meses, también se habían producido cambios políticos en Argentina, y la cosa no se vislumbraba muy fácil para los músicos. La mano represiva comenzaba a golpear a los jóvenes por lo cual deciden emigrar a Europa.

Capítulo 4: ...Hace Mucho Tiempo

La invitación decía:
"...Por medio de la persente y en representación del conjunto High Bass de Viña Del Mar, tengo el agrado de invitar a ustedes a un recital de música pop, ofrecido por el conjunto antes mencionado, que se efectuará el martes 30 de diciembre de 1969, en el Parque Bustamante (Escenario Piedra). Cabe señalar que ésta es una iniciativa particular del conjunto High Bass, y su único fin es el de difundir ésta música joven..."

Cientos de personas llegaron al Parque Bustamante a conocer a los High Bass. Ellos no tocaron sobre el escenario existente, sino en el centro del espacio, con el público alrededor y fue todo un acontecimiento, a pesar de que la autoridad se hizo presente y al aspirar "olores extraños" procedió a terminar el recital. Pero fuera de estos ya clásicos incidentes, aquel recital fue importante no sólo para Los Jaivas. Su éxito sirvió de antecedente para que en el el mismo lugar se realizara el "Primer Encuentro Internacional de Música de Vanguardia", ocurrrido el 23, 24 y 25 de enero de 1970. En ese tiempo, los Masters de Quilpué (la base de Congreso) editaban su tercer single "Cissy Street", y los Aguaturbia (Con Carlos Corales y Denisse) lanzaban su primer álbum, bastante polémico no tanto por su propuesta musical, sino por su portada que los retrataba desnudos.

Los comentarios de la prensa acerca de aquel recital fueron los habituales, es decir, destacar los elementos menos importantes del Encuentro, centrando la atención en la vestimenta, actitudes y comportamiento del público. En realidad, constituía la unión de varias expresiones musicales de vanguardia, distintas en su propuesta, pero pioneras en su voluntad de desarrollar un rock de perfil nacional y original.

A partir de entonces los High Bass comienzan un largo viaje por distintos escenarios como el Cine Arte Marconi, Cine Monumental, Estadio Chile, Estadio Nataniel, Teatro Caupolicán (Hoy Monumental), Estadio Lord Cochrane de Concepción, Escuela De Derecho (al pecho) de la U. De Chile en Valparaíso y muchos más. En todo ese transitar, el nombre se fue simplificando hasta quedar en "Los Jaivas" que conocemos actualmente. De prácticamente desconocidos fueron acumulando un grupo de seguidores que esperaban sus actuaciones, y su nombre y su música se transmitieron de boca en boca alcanzando nuevas personas.
De aquellas improvisaciones comenzaron a emerger unas líneas musicales, algunas armonías que buscaban convertirse en melodías. En 1970 venden su órgano electrónico y su equipo de amplificación de 200 watts para financiar la producción del primer disco. Claudio señala:

"...Recién el '71 comenzamos a esbozar temas, a hacer esbozos de composición, a hacer selecciones, decidir instrumentos, decidir armonías y hacer cosas para retomar el camino de la composición. El '71 grabamos "El Volantín", allí ya se manifiesta; Una cara del disco totalmente improvisada y en la otra cara hay esbozos de composición..."

Los Jaivas trabajaron más de 20 horas en los estudios para decidir 40 minutos de registro para el disco, el cual salió en una edición especial de 500 copias financiadas por ellos mismos. "El Volantín" era una carta de presentación compuesta por siete temas: Cacho, La Vaquita, Por Veinticinco Empanás, Tamborcito De Milagro, Que O La Tumba Serás, Foto De Primera Comunión y Último Día.
El primer disco de Los Jaivas demoró meses en ser difundido, y nunca pudo ser ampliamente conocido ya que no encajaba en los patrones de la música programada por las radios. Incluso, a fines del '71 aparecían comentarios en la prensa anunciando el primer disco de Los Jaivas, demostrando lo lento del proceso de reconocimiento.

Pero la nueva música ya había hecho su aparición y no pensaba en desplazarse fácilmente del gusto de los jóvenes. El mítico festival de "Piedra Roja" fue un eslabón importante, y los medios debieron acomodar sus programaciones a las exigencias nuevas.

En 1972, tras pasar el sello RCA a control del estado, se impulsaron nuevas políticas de difusión musical. El sello (ahora IRT) continuó editando discos bajo ésta etiqueta, creando la serie "Machitún" para destacar nuevas experiencias musicales, contratando a grupos como "Congregación", "La Mariposa", "Amerindios" y "Manduka". Allí fueron invitados Los Jaivas a participar. Ya el grupo tenía un tema listo para ser grabado: "Ayer Caché". Había sido compuesto detenidamente, pensado como la canción destinada a abrir puertas. Pero cuando llegó el momento de registrar, se dieron cuenta de que no tenían otro tema preparado para la cara B del single, y debieron improvisar una melodía y un texto que estaban separados y no terminados plenamente; Ese texto y esa melodía semi-improvisados, resultó ser el tema "Todos Juntos".

El single apaerció entre abril y mayo de 1972, y constituyó una verdadera revolución discogáfica. De partida por constituir el primer single stereo editado en Chile. Además, por su extensa duración, debía ser reproducido en velocidad 33 1/3 rev/min. "Todos Juntos", con el efecto hipnótico de su introducción invitando a moverse, concentró toda la popularidad vendiendo más de cien mil copias en pocas semanas. Con una difusión general en todos los medios, Los Jaivas salieron del semi-anonimato para entrar en la ancha avenida del éxito, demasiado sorprendente para el conjunto.
 
 Los Jaivas tocando en Piedra Roja

Desde entonces, cada actuación de Los Jaivas congregaba gran cantidad de jóvenes y comienzan las entrevistas en diarios y revistas, enmarcadas en críticas a la apariencia (pelo largo y ropa colorida) y un poco menos resaltando su música, sin embargo, por su propio peso, Los Jaivas imponen sus propios conceptos artísticos por sobre lo accesorio.

Por esos días, el grupo conoce a Manuel Tiago, o más conocido como Manduka. Manduka era un cantautor brasileño exiliado en Chile desde 1970. Incluso había ganado el Festival De Agua Dulce en Perú, y se proyectaba como explorador nato en los ritmos populares latinoamericanos.

En septiembre del '72 aparece el segundo single de Los Jaivas, con los temas "Mira Niñita" y "Cuero Y Piel" al reverso. Sin llegar a los niveles explosivos de "Todos juntos", "Mira Niñita" constituyó otro acontecimiento discográfico que aseguró las bases de sustentación del grupo.

Capítulo 3 - Nacen "Los Jaivas"

Los '60 fueron años de cambio generacional a nivel planetario. Históricamente quedó registrado en toda experiencia social. Hoy, para los más jóvenes, supone apenas un período "curioso", quizás demasiado publicitado por sus padres, y que la rebeldía y los cambios no fueron tantos. Pero si pensamos que los jóvenes chilenos de del '60 se vestían y usaban el pelo bajo estrictas normas convencionales mantenidas desde los años '30, hay que imaginar lo dificil que resultó romper esas normas de lo establecido, el dejarse crecer libremente el pelo, el dejar de usar ternos, el que las mujeres adoptaran los pantalones y la mini falda, y en definitiva el que los jóvenes pudieran decidir por sí mismos sus propios valores y vivirlos; en consecuencia, fue un cambio profundo entonces, que hoy por hoy es ampliamente aceptado, junto a muchos cambios más.

Por aquellos dias, Mario, Claudio y Gato prosiguen estudios univer- sitarios. Claudio y Gato ingresaron a Ingeniería en la universidad Santa María. Tras dos años, Claudio se retiró para dedicarse al piano, y Gato se trasladó a Arquitectura, lo mismo que estudiaba Mario, egresando ambos de esa carrera. Eduardo se dedicaba a la creación poética y Gabriel hacía de todo, manteniendo todos juntos el desarrollo de la banda.
Pero soplaban vientos de cambios, y el tocar reiteradamente en fiestas, produjo una saturación natural que les impedía una mayor evolución musical. Cada uno dominaba sus instrumentos, y entre sí podían intercambiarlos en sus actuaciones. Se podían volar entre las ejecuciones de los temas, pero ello no los satisfacía plenamente.


Claudio recuerda:"... En el año '68 comienza todo un movimiento que nos influye, cosas como la Reforma Universitaria, lo cual nos hace tomar conciencia sobre muchas cosas que venían pasando a nivel subconsciente...Y eso era que todas nuestras inquetudes -artísticas y musicales-, la de los juegos de niños, al final habían encauzado en este grupo, pero después no respondía a esas aspiraciones iniciales.
A lo mejor nos habíamos hecho demasiado profesionales y habíamos dejado de lado esa inquetud creativa que teníamos. Nuestros gustos se seguían desarrollando, pero se habían separado. Lo que al principio estaba todo junto, del trabajo de grupo, de tocar, pero por otro lado escuchábamos otras músicas.
A veces hacíamos otro tipo de música, pero solo para nosotros. Un día fue Gato el que planteó la crisis. Incluso se retiró, señalando que lo que estabamos haciendo, no correspondía a lo que sentíamos profundamente; porque habíamos desarrollado otra evolución personal que no correspondía a lo que era el grupo. Gato lo percibió y lo pudo manifestar. 


Nosotros al principio no comprendíamos mucho -prosigue Claudio- pero derrepente nos dimos cuenta de que no era así la cosa, y ello coincidió con la Reforma Universitaria, porque una vez nos invitaron a tocar en la Universidad de Valparaíso a un acto por la reforma. Nos subimos al escenario y vimos un ambiente al que no estabamos acostumbrados a tocar. Era una fiesta, pero diferente, bien volada, con decorados preciosos, unas máscaras increíbles. Todo muy fantasioso, renovador, con profundo sentido artístico y eso nos tocó. Fue como decir: "En esto también andábamos metidos y se nos había olvidado. En ese mismo día se produjo como una toma de conciencia y fue como el primer recital de Los Jaivas actuales: No hicimos nada más que improvisaciones. Nos motivó todo lo que había y sucedía alrededor y nos pusimos a tocar unas improvisaciones que fueron increíbles por la respuesta de la gente. Un verdadero "happening", de lo que entonces se llamaba happening. 

A partir de ahí nos olvidamos de lo anterior y comenzamos a crear nuestra música, y ni siquiera eso, por que eran improvisaciones. Y así nos reencontramos con nosotros mismos y fuimos descubriendo lo que éramos, cuál era el lenguaje musical que queríamos desarrollar realmente. Así fueron naciendo Los Jaivas, primero improvisaciones, las cuales eran todo el tiempo, tanto en los ensayos en la casa, como en los escenarios. Los conciertos eran todos improvisados y la gente traía instrumentos y se nos unía en el escenario. Era increíble!..."

Pero al cambio musical correspondía necesariamente un nuevo público, receptivo a estas nuevas propuestas. Los Jaivas (entonces todavía High Bass), se integraban a un movimiento de vanguardia sin forma definida ni lenguaje común, pero emergente con suficiente fuerza como para sortear las desconfianzas del ambiente artístico. En ese momento, los grupos de rock buscaban asimilar sus sonidos a los de Los Beatles o los Rolling Stones, o en un estilo más folk electroacústico. Los más vanguardistas se lanzaban a lo Cream o Jimi Hendrix; Led Zeppelin recién estaba apareciendo y la cultura rock a nivel nacional no escapaba a los esquemas reproducidos por las radios. Era difícil conseguir discos de aquellos grupos y el mercado nacional estaba dominado por grupos de lacrimógenas canciones, vinculados a las tradiciones nuestras, pero al margen del movimiento universal. 


A Los Jaivas las improvisaciones les condujo a valorar las raíces musicales latinoamericanas, la exploración con sonidos de instrumentos ancestrales, combinando estilos que culturalmente parecen irreconciliables pero perfectamente posibles en la creación. Comunicaban sensaciones y sentimientos íntimos al público que culminaba en una explosión desbordante.

Cada concierto era diferente, porque no había temas, ni canciones, ni esquemas armónicos a repetir. Cada concierto era un acontecimiento en sí, porque fluía en el mismo sentido en que se iba desarrollando la comunicación con el público. Los mismos Jaivas explicitaban en 1972 acerca de su forma de presentarse:
"...Debe entenderse la improvisación como juego del espíritu, donde memoria e inconsciente hacen desembocar la música en una nueva realidad..."


En aquellas experiencias, Claudio hasta utilizaba un tocadiscos que hacía girar con la mano haciendo aparecer sonidos distintos a los envasados en el registro. Una técnica que mucho tiempo después se populizaría en la utilización del "scratch" en el rap.

Capítulo 2: The High Bass

En 1963 se destacaba la efervescencia de la "Nueva Ola Chilena", algo cercano a un movimiento que involucró a grupos e intérpretes que apostaron a expresar la música popular en forma moderna, a través de ritmos como rock & roll, twist, baladas y otras formas, ya fuera con composiciones originales o adaptando letras extranjeras a versiones nacionales. La Nueva Ola logró una gran aceptación, y sin ser relevante como propuesta estética, significó un esfuerzo importante para asimilar el rock, y hasta hoy, es recordado en forma nostálgica por los más adultos.


En esos años también comenzaba a popularizarse la cumbia como ritmo bailable, el cual llegaría a convertirse en "El Ritmo", imprescindible en cada fiesta o evento. De otra vertiente, surgía un neo-folklore, en donde ritmos tradicionales eran interpretados con una instrumentación más sencilla y arreglos vocales más cercanos a los jazzísticos que a las expresiones originales. Eran tiempos más fáciles y simples, sin la excesiva segmentación actual. Un tema de rock chileno competía mano a mano en un mismo ranking de popularidad con Los Beatles por el primer puesto, la igual que la música folklórica, en un intento de la industria discográfica nacional por disputar en iguales condiciones con la música importada.


Unos años más tarde, todo eso abrió las puertas al nacimiento de la "Nueva Canción Chilena", en donde el elemento folklórico servía de soporte a una temática de mayor contenido social, destacando la incorporación de ritmos andinos. Todos estos cambios musicales esbozados esquemáticamente, tuvieron efecto popular y una repercusión en toda la música nacional, y por supuesto, en este naciente grupo.


"...Al principio nos llamábamos "High-Bass"-evoca Claudio- y tocábamos música de fiesta. Lo mismo que hacíamos jugando y amenizando festivales del colegio o de los amigos; fue nuestra primera etapa profesional. Tocábamos por todas las fiestas de la provincia de Valparaíso: Matrimonios, kermesses, llegando a ser algo así como la orquesta favoríta, la que nunca faltaba en todas las fiestas. Curiosamente, había otra orquesta que se llamaba "Los Masters", que después se transformaron en el actual "Congreso", y ellos eran de Quilpué. Otro grupo de entonces eran los "Sausalito", que era una orquesta de la Universidad Santa María. Eramos las tres orquestas que hacíamos todo ese trabajo, especialmente en los balnearios, la costa, las boites, y esa fue la primera escuela de Los Jaivas. Aprender a tocar frente al público, hacer que bailaran, hacerlos participar. Nuestra música era principalmente los temas de moda de la época: La tropical, que en ese tiempo era el Chá, chá, chá, el bossa nova, lo boleros..."
      
Los Jaivas en un principio sorprendieron, no solo por la originalidad de su música, sino por su nombre de sonoridad americana. En un momento en que los grupos elegían nombres surrealistas para identificarse, chocaba un poco. Sin embargo no tiene ningún significado autóctono. Ellos comenzaron como Los High Bass (agudos-graves, en inglés), se pronunciaba Los Jaivas y así lo dejaron finalmente.
El nombre "High-Bass" nació de la diferencia de estatura entre los hermanos Parra en relación a Gato y Mario. Ensayaban en la casona de la calle Viana, en un subterráneo pequeño, en donde además organizaban una suerte de boite-discoteque tocando para los amigos. El lugar fue bautizado como "El Chichón", ya que al entrar, los que ingresaban se golpeaban la cabeza con las vigas dado lo bajo del lugar.

Entonces, Claudio tocaba el acordeón, Eduardo el piano, Gato la guitarra, Gabriel la batería, y Mario el bajo u otro instrumento de percusión. Ya destacaba el inconfundible estilo de canto de Gato, una voz que caracteriza al conjunto y lo engarza con otro elemento de raigambre popular.
Es en aquellos años cuando se produce también la avalancha de la Segunda Generación del Rock con Los Beatles a la cabeza, y en chile, campo fértil para imitar cualquier tendencia, muchos grupos buscan sintonizar con la nueva onda.


"...Era la época de Los Beatles -señala Claudio- pero curiosamente no nos interesaron. No fuimos influidos por esa música, a pesar de que era un movimiento que estaba abarcando todo el mundo y aquí llegó algo tardío. Pero nosotros no tocabamos Rock & roll; solo esporádicamente, eran inventados por nosotros. Eramos bien "chamullentos". Nunca tocábamos un tema entero, solo pedazos de temas. Mezclabamos pedazos y los juntabamos con otros. Lo importante era que la gente bailara y participara. El tema no importaba en sí, lo adjuntábamos a otro que era lo principal..."
 

Las influencias provenían de muchas partes, pero la música que interpretaban era distinta a las de audición común, y esos años de experiencia semi-profesional le forjaron una escuela que pocos grupos poseen.
Gabriel y Mario también pasaron un par de años en el conservatorio, pero no insistieron. Era preferible tocar y aprender directamente experimen- tando con la música, que teorizarla lentamente. Los High-Bass ya tenían su propio espíritu musical.

Capítulo 1: Una Marcha al Interior del Espíritu

Los Jaivas que actualmente conocemos, son en realidad una proyección y el resultado de las inquetudes creativas de un grupo de niños de Viña del Mar, los que crecieron y maduraron en los alrededores de la Quinta Vergara. Tres hermanos: Eduardo, Cluadio y Gabriel Parra, junto a Eduardo "Gato" Alquinta y Mario Mutis, son los personajes de esta leyenda. 


Eduardo nació en Los Andes en 1943; Claudio y Gabriel nacieron en Valparaiso en 1945 y 1947 respectivamente. Gato vió la luz en Antofagasta en 1945, y Mario lo hizo en Viña del Mar en 1947. Cuando usaban pantalones cortos, en la casa de los abuelos de los hermanos Parra, en la calle Viana 223, se reunían a jugar, y los juegos eran imaginativos: números de circo, actos teatrales, actuaciones cinematográficas, etc... Mario era compañero de Gabriel en el Liceo Guillermo Rivera de Viña del Mar y así, cuando tenía cerca de ocho años, se unió al grupo de los hermanos Parra, que eran mayores y también iban al mismo colegio. Claudio Parra recuerda: 


"...Cuando estabamos en el Liceo -casi todos estudiabamos en el Liceo Guillermo Rivera en Viña-, en fiesta que se hacía en el Liceo, tocabamos nosotros, o lo organizabamos en forma espontánea, y así fuimos aprendiendo a tomar contacto con el público, especialmente con el público que bailaba. Fue en el año '63 cuando nos invitaron a tocar para un aniversario del Liceo Nocturno de Viña, y era el Liceo donde estudiaba Gabriel. Ese fue el punto de partida del grupo, ya que era la primera vez que nos subíamos los cinco a un escenario, ante el público y en un acto oficial, aunque entonces había como otros cinco músico en el grupo. Habíamos preparado un par de temas. Incluso teníamos dos bateristas y la idea era turnarse: Gabriel iba a tocar un tema y en el otro estaría la otra persona. En todo caso... Gabriel no soltó la batería. Esa fue nuestra primera actuación, nos gustó eso y decidimos formar un grupo..." 

En aquellos días, Gato ya tocaba la guitarra eléctrica, la cual había sido obsequio de su padre, y a falta de amplificadores, la conectaban a la radio.

Los Jaivas - Prólogo

Festival Piedra RojaTexto tomado de revista "ROCK CLASICO".

Actualmente, el rock constituye un campo tan amplio e indefinido como lo puede ser la musica popular. Lo que identifica al rock es su aceptación a través de generaciones con sectores mayoritarios de la juventud en distintas latitudes geográficas, mas alla de esquemas preconcebidos, ritmos, sonoridades y temáticas recurrentes. Y dentro de un campo tan amplio, a nivel nacional y dentro de esa perspectiva, Los Jaivas constituyen uno de los mayores exponentes del rock, independientemente si esa categoría les identifica plenamente o no.
Lo folklórico y lo popular pueden ser tan particulares como universales al mismo tiempo. Durante los conciertos de Amnesty International en Chile (1990), Winton Marsalis interpretó en un solo de trompeta el "Gracias a la vida" de Violeta Parra, pero proviniendo de él, sonaba como el más sentido blues de New Orleans, pero Violeta Parra estaba allí, inconfundible. Cuando posteriormente el mismo músico tocó uno de los temas standard del Jazz, el público lo asoció al "Rock del mundial", un tema chileno popular y tradicional que ha permanecido en la memoria colectiva durante décadas. En el momento en que Los Jaivas rescataron sonidos ancestrales y los fundieron con la tradición clásica europea y el efecto electrónico y acústico de los instrumentos del rock, sintetizaron un sincretismo musical no igualado en Chile.
Ellos han asumido y representado ese mestizaje como una identidad cultural que recoge el legado de los pueblos originarios, y las influencias que el transcurso histórico ha venido depositando en nuestro continente. Es una musica que responde a esta identidad específica, y este latinoamericanismo ha sido una de las fuentes inspiradoras de Los Jaivas, e integrante fundamental de su estilo.
Llevan ya varias décadas de actividad artística, algo que pocos grupos logran alcanzar, y su propuesta, plenamente vigente, continúa siendo punto de referencia obligado en el desarrollo musical nacional. Su fundamentación es simple y compleja simultáneamente, como lo señalaban en 1972, cuando presentaban su primer single:
"...Consideramos que nuestra música se nutre en sus raíces del ámbito que nos rodea ( paisaje, vida en comunidad, vida interior o experiencia) a la vez que se debe tener en cuenta la cultura musical de cada integrante del grupo. Entendemos por cultura musical, toda la música de la que tenemos memoria haber escuchado, junto con los sonidos que a diario nos enfrentan. Creemos también, que el proceso creativo responde no sólo al sentido auditivo, sino que a todos los sentidos. En consecuencia, sentimos la música como un arte de ver, gustar, palpar, oler y escuchar..."
"...Nuestra música va dirigida a todos los hombres que aman la naturaleza y la creación en todos sus grados. Está proyectada por un sentir común a toda persona abierta al diario acontece y a las derivaciones y realizaciones que este diario acontecer tenga con la humanidad y el cosmos..."
Esta verdadera "declaración de principios" efectuada por el grupo hace ya tantos años, nos permite poner el primer pié dentro de esta historia.